4.200 – 3.500 Ma
Formación del campo magnético
Hace unos 4.200 Ma, el campo magnético de la Tierra empezó a formarse, asociado a los movimientos de convección que ocurren en el núcleo líquido. El desplazamiento del metal fundido y conductor (principalmente hierro) provoca corrientes eléctricas, las cuales, junto a la rotación de la Tierra, generan el campo magnético. La existencia del campo magnético en el Hádico es puesta en evidencia dentro de las rocas de esta edad con el alineamiento de los minerales magnéticos.
Como un imán, el campo magnético tiene un Polo Norte y un Polo Sur. Gracias a la orientación de los minerales ferromagnéticos cuando cristalizan, se ha podido determinar que hubo 300 inversiones del campo magnético en los últimos 180 Ma, sin periodicidad, probablemente por inestabilidades del núcleo.
Este campo entregó un escudo indispensable al desarrollo de la vida en el planeta frente a las partículas ionizadas del viento solar: la magnetosfera. Al llegar directamente a la superficie, este flujo muy energético compuesto de partículas alfa y subatómicas, sería mortal, atravesando los tejidos y dañando las células. Sin la magnetosfera, es muy probable que la vida no habría podido desarrollarse. Además, la magnetosfera protege la atmósfera del planeta, la cual sería erosionada por la velocidad del viento solar si no existiera este escudo.