La Espira del Tiempo

635 – 545 Ma
Atmósfera semejante a la actual

La desglaciación, combinada con la formación de altas cadenas montañosas, generó un aumento del oxígeno atmosférico hasta niveles similares a los actuales. 

Aunque la composición de la atmósfera pasada no se puede medir directamente, se puede estimar a partir de minerales proxies que indican el estado de oxidación del océano. Al final del Proterozoico, la concentración de O2 en la atmósfera aumentó rápidamente (dependiendo de los modelos, alcanzó niveles del orden de 3 a 25%), como consecuencia de la formación de altas cadenas montañosas por colisión tectónica. Este evento aumentó la tasa de meteorización de las rocas y el flujo de nutrientes hacia los océanos, resultando en mayor actividad fotosintética y, al mismo tiempo, permitió el enterramiento rápido del carbón orgánico, impidiendo el consumo de O2 por respiración aeróbica.