Al inicio, Charles Lyell suponía la permanencia de las especies, cuando una se extinguía, otra la reemplazaba, y no consideraba la selección natural como el motor de la evolución. Es sólo después de la publicación de “El origen de las especies” de Charles Darwin que empezó a cambiar de opinión.
Al inicio, Charles Lyell suponía la permanencia de las especies, cuando una se extinguía, otra la reemplazaba, y no consideraba la selección natural como el motor de la evolución. Es sólo después de la publicación de “El origen de las especies” de Charles Darwin que empezó a cambiar de opinión.