La Espira del Tiempo

541 – 530 Ma
Explosión de la vida animal

El Cámbrico es clásicamente descrito como el periodo de explosión de la vida animal, caracterizado por una rápida
diversificación de las formas de vida. Casi la totalidad de los filos de animales actuales comenzaron a aparecer en este periodo y dejaron registros fósiles (Mollusca, Echinodermata, Brachiopoda y Arthropoda), reemplazando a la fauna de Ediacara.

La actividad de muchos de estos organismos durante su búsqueda de comida o desplazamiento provocó un cambio radical de los sustratos acuáticos por el proceso de bioturbación. Estos sustratos resultaron en un sedimento mezclado con gran heterogeneidad espacial, aumentando su permeabilidad y oxigenación y, al mismo tiempo, redistribuyendo nutrientes en la columna de agua o más en profundidad en los sedimentos. Antes, el fondo del mar precámbrico presentaba un tapete microbiano inmóvil y este cambio en el sustrato participó en la extinción de la fauna de Ediacara, dependiente de este tapete.

Dentro de las novedades evolutivas, aparecieron los ojos y los exoesqueletos (conchas, caparazones). Estos últimos presentaron una gran diversidad de formas, como consecuencia de la protección frente a diversos depredadores y competidores. 

La vida cámbrica se desarrolló en aguas marinas poco profundas, en los márgenes de los continentes (plataformas continentales).
A pesar de ser diversa, se mantuvo principalmente en este mbiente acuático, mientras que, en las tierras emergidas, los paisajes eran más bien rocosos.