Quiz La Espiral del Tiempo – nivel intermedio

Se cree que los gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno, fueron los primeros planetas en formarse, menos de 1 millón de años después del Sol, contra varias decenas de millones de años para la Tierra.

Esta teoría es coherente con los modelos de formación planetaria, cuyos resultados indican la probable ocurrencia de impactos gigantes entre grandes cuerpos planetarios en proceso de formación, provocando la destrucción del cuerpo más pequeño y el crecimiento del cuerpo más grande, al sumar la gran mayoría de los escombros del impacto. La Luna se habría formado a partir de la aglomeración de los pocos restos no incorporados a la Tierra luego del impacto. La gran cantidad de energía liberada por el impacto provocó la fusión de los materiales lunares, explicando la gran abundancia y el tipo de rocas magmáticas en la superficie de la Luna.

Actualmente, la corteza oceánica se forma por magmatismo a nivel de las dorsales medio-oceánicas, que son zonas tectónicas en extensión, y tiene una composición basáltica. En el Hádico, debido a temperaturas mayores, la corteza oceánica se formaba a partir de un magma más caliente, con una composición distinta, similar a las lavas más antiguas encontradas.

La atmósfera primitiva aún no contenía oxígeno gaseoso, este aumentaría al inicio del Proterozoico, durante el evento de Gran Oxidación, debido a la actividad fotosintética de las cianobacterias (organismos que realizan fotosíntesis oxigénica). Aunque se dispone de muy pocas muestras del Hádico que registraron las condiciones de la atmósfera primitiva, se estima que estaba compuesta principalmente de vapor de agua, CO2 y N₂, mientras que la atmósfera actual está compuesta principalmente de O2, N2 y vapor de agua.

A causa del alto contenido de gas carbónico en la atmósfera en esa época, las lluvias que llenaron los océanos eran ácidas. También, dada la baja cantidad de oxígeno disponible, los minerales de las rocas al alterarse en contacto con el agua liberaban una forma no oxidada de hierro, entregándole un color verde a los océanos.

No se ha encontrado ningún material terrestre más antiguo, pero sí se han encontrado rocas provenientes del espacio (meteoritos) más antiguas, con edades hasta 4.570 Ma. Estas edades sirven de aproximación para estimar la edad de formación del Sistema Solar. Las rocas (material que contiene una asociación de minerales) más antiguas conocidas formadas en la Tierra se encuentran en Canadá, con edades estimadas entre 4.000 y 4.300 Ma.

El campo magnético se generaría por los movimientos de convección que ocurren en el núcleo líquido. El desplazamiento del metal fundido y conductor (principalmente hierro) provoca corrientes eléctricas, las cuales, junto a la rotación de la Tierra, generan el campo magnético. La existencia del campo magnético en el Hádico es puesta en evidencia dentro de las rocas de esta edad con el alineamiento de los minerales magnéticos.

Este evento habría afectado a los planetas telúricos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) y otros cuerpos del Sistema Solar interno. Se piensa que un cambio en las órbitas de los planetas gigantes gaseosos generó este bombardeo, eyectando asteroides y cometas hacia el Sistema Solar interno. La tasa del bombardeo habría sido 20.000 veces superior a la actual.

Los avances de la biología molecular han permitido estudiar las relaciones de parentesco entre todos los organismos vivos y reconstruir la historia de la vida en nuestro planeta. Como resultado, se ha propuesto que toda la vida desciende de un ancestro común hipotético (LUCA), que habría vivido antes de la separación de los 3 dominios que incluyen a todos los organismos modernos (Archaea, Bacteria y Eukarya).

Los óxidos de hierro son minerales que precipitaban periódicamente producto de la oxidación del hierro disuelto en los océanos. Cuando no se depositaban en el fondo marino, dejaban sílice como único precipitado.

Corresponden a depósitos de hematita (mineral de hierro oxidado), producto del metabolismo de bacterias oxidantes.

Se encuentran en Sudáfrica y Australia como antiguos bloques estables de corteza continental llamados “cratones”. Se piensa que los cratones de Kaapvaal (Sudáfrica) y de Pilbara (Australia) fueron parte de un mismo supercontinente que se formó hace más de 3.000 Ma. De hecho, el nombre de este supercontinente, Vaalbara, se origina juntando el final de las palabras Kaapvaal y Pilbara.

La fotosíntesis es un proceso que permite a un organismo sintetizar compuestos orgánicos, como el azúcar, a partir de compuestos inorgánicos (CO2) y la energía de la luz. Este proceso de conversión del CO2 a glúcidos implica la reducción del carbono y se llama “fijación del carbono”.

Otros planetas son activos desde el punto de vista geológico. Por ejemplo, se observaron fallas y volcanes en Venus, Marte y un satélite natural de Júpiter (Europa). También se detectaron sismos en la Luna. Sin embargo, no existe evidencia para sugerir el funcionamiento actual de un sistema de múltiples placas tectónicas como en la Tierra.

Los primeros organismos en realizar fotosíntesis oxigénica son las cianobacterias, liberando O2 en el agua en el transcurso del tiempo.Si bien su registro fósil más antiguo se remonta hace 2.000 Ma (China),se piensa que ya estaban presentes antes, desde el Arcaico. El retraso de la oxigenación de la atmósfera se debe al uso del O2 en la oxidación de los minerales de hierro y gases volcánicos, actuando como trampa. En un punto, estas reservas se agotaron y el O2 empezó a acumularse en la atmósfera.

Los organismos multicelulares están formados por muchas células diferentes entre sí, que derivan del mismo huevo o zigoto. Esta diferenciación ha permitido a los organismos multicelulares, como animales y plantas, desarrollar estructuras complejas con funciones especializadas.

Desde la formación de la Tierra hasta hoy, el movimiento de rotación sobre sí misma ha ido desacelerando y los días se han vuelto más largos, causando que el número de días en el año se reduzca. Este fenómeno se ha confirmado a partir del conteo de anillos de crecimiento diurno en corales fósiles del Devónico, a lo largo de un ciclo anual. Estos conteos indican que, hace 380 Ma, el año constaba de 400 días y un día duraba 22 horas. Se estima que, hace 1.400 Ma, el día sólo duraba 18 horas, y, si retrocedemos aún más hace 4.510 Ma, solamente 4 horas.

Aunque los estromatolitos hoy son raros, estas estructuras biosedimentarias se forman en ambientes marinos y de agua dulce, bajo climas tropicales, templados y extremadamente fríos como en Antártica. Están asociados a ambientes marinos extremos hipersalinos y ambientes con índices normales de salinidad, en aguas termales, lagos y ríos.

Las algas verdes son un grupo heterogéneo de eucariontes fotosintéticos principalmente acuáticos, que incluye desde pequeños flagelados unicelulares a organismos multicelulares de hasta 80m o macroalgas marinas.

A pesar del cambio de estado sólido/líquido, trabajos experimentales y de modelización termodinámica indican que existen sólo diferencias menores de composición química, principalmente asociadas a las proporciones en elementos ligeros como Si, O, C y S (un poco más elevados en el núcleo externo). El cambio de líquido a sólido del núcleo se debe al aumento de presión. La temperatura en este límite sería del orden de 5.000°C, mientras que alcanza unos 6.000°C en el centro del planeta.

Se han propuesto varios eventos de glaciación global con magnitudes diferentes. Se ha sugerido que al menos dos episodios cercanos de “Tierra bola de nieve” ocurrieron en el Neoproterozoico (700-600 Ma), justo antes de la explosión de vida del Cámbrico. Otro episodio mucho más temprano y de mayor duración habría ocurrido en el Paleoproterozoico (2.400-2.200 Ma), evento denominado Glaciación Huroniana, y habría sido provocado por la fotosíntesis de las primeras cianobacterias. Al liberar oxígeno a la atmósfera, estas redujeron el control de los gases de efecto invernadero sobre el clima de aquella época, provocando el congelamiento del planeta.

Los datos científicos sugieren que las esponjas son la evidencia más antigua de vida animal, a partir del hallazgo de una molécula típica (la 24-isopropil colesterol) en rocas de 650–540 Ma, la cual es sintetizada por esponjas actuales. Este tipo de moléculas se denominan “fósiles moleculares” (o biomarcadores) y son clave para comprender la historia de los eucariontes, especialmente en ausencia de fósiles tradicionales.

Aunque la composición de la atmósfera pasada no se puede medir directamente, se puede estimar a partir de minerales proxies que indican el estado de oxidación del océano. Al final del Proterozoico, la concentración de O2 en la atmósfera aumentó rápidamente (dependiendo de los modelos, alcanzó niveles del orden de 3 a 25%), como consecuencia de la formación de altas cadenas montañosas por colisión tectónica. Este evento aumentó la tasa de meteorización de las rocas y el flujo de nutrientes hacia los océanos, resultando en mayor actividad fotosintética y, al mismo tiempo, permitió el enterramiento rápido del carbón orgánico, impidiendo el consumo de O2 por respiración aeróbica.

La formación de ozono en la estratosfera (~20-40 km de altitud) ocurre cuando el O2 es golpeado por rayos ultravioletas del Sol y se rompe en 2 átomos de O, los cuales pueden combinarse con otra molécula de O2 para formar el ozono (O3). Por lo tanto, la concentración de O3 depende de la abundancia de O2 en la atmósfera, la cual permitió formar una capa de ozono similar a la actual al final del Proterozoico.

El Ediacara se definió según la primera evidencia de vida macroscópica multicelular compleja en la Tierra.

El Cámbrico, es el periodo más temprano de la Era Paleozoica y del Eón Fanerozoico. La mayoría de los principales grupos de animales comenzaron a aparecer en el registro fósil a medida que las diferentes formas de vida se expandieron. Al final de ese tiempo, todos los filos con esqueletos fosilizables habían aparecido (menos Bryozoa, que aparece en el Ordovícico temprano).

El primer fósil que es posible considerar como vertebrado corresponde a Haikouichthys, encontrado en yacimientos de 525 Ma aproximadamente, durante el Cámbrico temprano. Se estima que estos especímenes eran principalmente cartilaginosos, sin embargo, ya presentaban un cráneo definido, pero no era un pez.

La evidencia científica apunta a que las primeras plantas terrestres eran briófitas basales parecidas a las hepáticas y que viv.an en asociación con otros organismos (algas, bacterias, cianobacterias y m.s tarde hongos, líquenes y traqueófitas basales) en sustratos húmedos. De acuerdo a estudios moleculares estas plantas habrían aparecido durante el Cámbrico medio. La evidencia fósil m.s temprana proviene de esporas preservadas en rocas del Ordov.cico (c. 480 Ma), mientras que los macrorrestos fósiles más antiguos datan del Devónico (Riccardiothallus de China y Metzgeriothallus de América del Norte).

Los corales están formados por microorganismos llamados pólipos, los cuales tienen diferentes funciones en el coral (alimentación, defensa, reproducción). Cada pólipo tiene una cavidad interna con función digestiva y, además, cuando se llena de agua, puede comportarse como un esqueleto hidrostático y ayudar en la locomoción. Con respecto a su clasificación, los órdenes Rugosa y Tabulata se originaron durante el Ordovícico y se extinguieron en el Pérmico. El orden Scleractinia apareció durante el Triásico y sigue presente actualmente.

Los trilobites eran una clase de organismos marinos del Filo Arthropoda, aparecieron durante el Cámbrico. Muchas especies se extinguieron durante la primera (fin Ordovícico) y segunda (fin Devónico) extinción masiva, sin embargo, algunas especies sobrevivieron durante toda la Era Paleozoica. Estos organismos desaparecieron completamente durante la tercera extinción masiva del Pérmico-Triásico.

Las primeras plantas no poseían las estructuras necesarias para extraer nutrientes y agua directamente del suelo como lo hacen la mayoría de las plantas modernas, y los suelos que colonizaron carecían de materia orgánica. El registro fósil nos muestra que estas plantas formaron simbiosis con hongos que facilitaron la adquisición de nutrientes básicos, impactando directamente la productividad primaria global y, por lo tanto, el clima.

Fue la primera gran extinción masiva, pero en términos del porcentaje de géneros y familias extintas, es el segundo evento más grande después de la extinción del Pérmico-Triásico. Se estima que alrededor del 85% de las especies marinas murieron, entre las cuales se encontraban varias especies de braquiópodos (ilustración del naipe) y trilobites, entre otros.

Los primeros animales terrestres eran miembros del Filo Arthropoda, Subfilo Myriapoda (milpiés y sus parientes), Subfilo Chelicerata (arañas, escorpiones y parientes) y Hexapoda (insectos y grupos más pequeños, primitivamente sin alas). El primer animal en respirar fuera del agua habría sido un escorpión. Aunque muy probablemente todavía marino, su sistema respiratorio habría evolucionado para realizar excursiones en la tierra.

Cooksonia pertenece a un grupo de plantas primitivas (Rhyniophyta), hoy extintas, de estructura muy simple, tamaño centimétrico, reproducción por esporas y sin hojas o sistema de raíces desarrollado como las plantas actuales. Aparecen en rocas a partir del Ordovícico Superior y presentan 3 innovaciones características que se encuentran en plantas adaptadas para la vida terrestre: tejido vascular, cutícula y estomas (pequeños poros en la superficie de las hojas que permiten el intercambio gaseoso).

El fósil más antiguo de animal terrestre corresponde a un artrópodo, específicamente un milpiés, llamado Archidesmus sp.

Este grupo vivió desde finales del Silúrico hasta el Devónico, registrado por primera vez en sedimentos de 419 Ma en China, con el fósil Entelognathus. Se caracterizan por tener placas óseas en la parte exterior de su cuerpo y grandes mandíbulas con 2 o 3 pares de dientes (que eran extensiones de las placas óseas). Algunos llegaron a medir cerca de 9 m, siendo los depredadores tope de su época.

Las comunidades vegetales del Silúrico-Devónico temprano se caracterizaron por presentar una variedad de plantas con formas y complejidad creciente. Sin embargo, la composición de la vegetación se mantuvo relativamente simple y de baja estatura hasta el Devónico tardío. Estaba dominada por plantas pre-vasculares de pequeña estatura como las briófitas (musgos y hepáticas) y plantas vasculares primitivas del grupo de las Rhyniophyta (e.g. Cooksonia), que vivían cerca de ambientes de agua dulce.

A pesar de su amplia diversidad moderna, los líquenes fosilizados son muy raros, con sólo 167 registros formalmente aceptados dentro de los cuales sólo 7 son más antiguos que el Paleógeno. Los registros más antiguos corresponden a Winfrenatia reticulata (Devónico temprano) y Honeggeriella complexa (Cretácico temprano). La identificación de líquenes en el registro fósil es difícil debido a la problemática de demostrar la interacción biológica entre micobionte (hongo) y fotobionte (alga y/o cianobacteria).

Los anfibios descienden de un grupo de peces óseos, como Tiktaalik, que representa la transición pez-anfibio, aún con aletas en la parte posterior del cuerpo, pero con cráneo achatado que le permitió tener un rango visual hacia arriba, en vez de hacia los lados como en los peces. Posteriormente aparece Ichthyostega, considerado como el anfibio más primitivo. Ambos vivieron durante el Devónico tardío y contaban con aletas en forma de “patas” con múltiples dígitos que les permitían arrastrarse y movilizarse por tierra.

Se piensa que la extinción masiva del Devónico fue causada por una disminución de O2 en los océanos y enfriamiento global. Este evento tuvo al menos dos pulsos de extinción (Evento Kellwasser y Evento Hangenber), durante los cuales se extinguió aproximadamente un 75% de las especies marinas. Sin embargo, el origen de esta extinción sigue en debate.

La construcción de Pangea finalizó en el Carbonífero, a partir del ensamble de distintas masas continentales originarias de la fragmentación del supercontinente anterior llamado “Pannotia”, presente al fin del Proterozoico (650-550 Ma). Pangea empezó a fragmentarse en el Jurásico (175 Ma) en varios bloques que adoptaron progresivamente la configuración espacial que conocemos actualmente para los continentes.

Esta innovación le permite a los primeros reptiles desovar en tierra firme, en terrenos donde el agua era un recurso raro. Este huevo posee membranas que lo hacen relativamente independiente del exterior, protegiendo al embrión de la desecación mientras lo mantienen con salud.

En porcentaje en volumen, la atmósfera actual está compuesta de 21% de O2 contra 35% durante el Carbonífero, lo que no corresponde al doble del valor actual. Además, varios autores han puesto en duda este valor de 35%, que probablemente implicaría la combustión espontánea de los bosques, por lo que es posible que las concentraciones en O2 fueran “sólo” del orden de 25-30%.

La formación de las cavernas se debe esencialmente al oleaje y a la disolución del mármol, producto de la acidez de las aguas del lago. Este proceso químico conocido como karstificación es bastante reciente, sólo se ha desarrollado después de la última glaciación (hace menos de 15.000 años).

La quiastolita es una variedad de andalucita que tiene la particularidad de presentar una cruz negra formada por inclusiones de material carbonáceo. Es un mineral típico del metamorfismo de contacto, que ocurre por calentamiento de las rocas en contacto con un magma.

Los terápsidos eran los organismos dominantes durante el Pérmico. Estos evolucionaron a partir del grupo de los pelicosaurios (vulgarmente llamados reptiles mamiferoides), hace unos 275 Ma. El más característico es el Dimetrodon, que muestra algunas de las características que heredarán más tarde los mamíferos, como la dentición diferenciada y cierta regulación de la temperatura corporal.

Al contrario, la aparición de la semilla fue un avance evolutivo significativo para ampliar la colonización de los ambientes terrestres. Le permitió a las plantas proteger al embrión, disminuir la dependencia del medio acuático para la fertilización, desarrollar modos alternativos de dispersión y la posibilidad de que el embrión contenido en la semilla permanezca en dormancia a la espera de condiciones favorables para su germinación. Las gimnospermas desarrollan semillas desnudas, con los óvulos no protegidos por un ovario.

Los arcosaurios son el ancestro común de los dinosaurios,cocodrilos, pterosaurios y aves, pero no de las tortugas. Estas tienen unorigen aún inexacto, pero las últimas investigaciones consideran que las tortugas provienen de un grupo hermano de los arcosaurios.

Se estima que la extensión original de los traps era de 7 millones de km2, lo que representa cerca de 10 veces la superficie de Chile continental (757.000 km2). Los traps fueron clave en la extinción masiva del Pérmico-Triásico, considerada la más grande y devastadora de todas las extinciones masivas que ha tenido que enfrentar la vida del planeta. 96% de las especies marinas y 70% de las especies terrestres se extinguieron. El volcanismo habría aumentado drásticamente la temperatura de la atmósfera y de los océanos, liberando cantidades tóxicas de gases de efecto invernadero y acidificando los océanos.

Las erupciones que originaron los extensos flujos de lavas de Siberia eyectaron grandes cantidades de CO2 en la atmósfera, aumentando drásticamente la temperatura por efecto invernadero. Se estima que la temperatura promedio de la Tierra alcanzó 26-28°C (14°C actualmente). Este calentamiento y la acidificación de los océanos generada son responsables de la extinción masiva del Pérmico-Triásico.

Los primeros dinosaurios considerados como tal, como el Nyasasaurus (243 Ma) del Triásico medio, Saturnalia (233 Ma), Eoraptor (231 Ma) y Herrerasaurus (237 Ma) del Triásico tardío, fueron todos reptiles que tenían tamaños de entre 1 y 6 metros.

Las coníferas modernas presentan muchas similitudes con un grupo de coníferas extintas — del orden Voltziales — que parecen ser transicionales entre las coníferas paleozoicas y las coníferas modernas. Vivieron mayoritariamente desde fines del Carbonífero al Pérmico.

Análisis moleculares han estimado que los mamíferos como tal, se habrían originado hace unos 200 Ma aproximadamente, en el límite entre el Triásico y el Jurásico, mientras que los primeros dinosaurios habrían aparecido unos 40 Ma antes. Además, los mamíferos placentarios (euterios) se habrían originado aún más recientemente, probablemente durante el Cretácico inferior.

Los dinosaurios desaparecieron durante la quinta extinción masiva, al final del Jurásico. Durante la cuarta extinción, desaparecieron un 30-40% de especies marinas (principalmente corales, esponjas, bivalvos y ammonoideos), y parte de vertebrados terrestres (la mayoría de los terápsidos, grandes anfibios y parte de los arcosaurios excepto los dinosaurios y crocodilomorfos). Dentro de los terápsidos, casi todos los cinodontes desaparecieron, excepto la línea que evolución. en los mamíferos. Los corales escleractínidos (este naipe) casi se extinguieron durante este periodo (m.s de 90%), y los pocos sobrevivientes son los que evolucionaron para dar los corales que conocemos hoy día.

Los reptiles marinos son un grupo de reptiles (saurópsidos) diápsidos que descienden de un grupo hermano de los dinosaurios y de los cuales una parte se especializó en hábitats acuáticos. Entre las adaptaciones más importantes que desarrollaron estos reptiles para habitar el mar se encuentra el desarrollo de una glándula de la sal que les permitió deshacerse del exceso de este compuesto.

Este nombre fue utilizado por primera vez por Alfred Wegener al inicio del siglo XX, cuando desarrolló su teoría de la deriva continental. Esta teoría consideró similitudes geológicas (ej. yacimientos, depósitos glaciares), geomorfológicas (ej. ensamblaje entre la costa de Sudamérica y África) y paleontológicas (ej. flora fósil de Glossopteris) para reconstruir los distintos fragmentos de Gondwana.

La Clase Cephalopoda se divide en tres subclases: Ammonoidea, que incluye a los amonites; Coleoidea, que incluye a los belemnites, calamares, pulpos y sepias; y Nautiloidea, que incluye a los nautilus (considerado un fósil viviente por ser el único orden que sobrevive en la actualidad).

Existe evidencia significativa que respalda que las aves emergieron de un grupo de dinosaurios terópodos, como los velociraptores o alosaurios. De hecho, fósiles encontrados en China muestran esta relación evolutiva con varios dinosaurios pequeños que presentan algunas características avianas como Sinosauropteryx, o en Alemania, con el famoso fósil de Archaeopteryx, considerado como la transición entre ambos grupos. Los pterosaurios, sin embargo, fueron los primeros vertebrados en conquistar el vuelo y dominaron los cielos durante el Mesozoico.

Los insectos fueron los primeros en volar y establecer sociedades avanzadas, específicamente, las termitas son las pioneras en evolucionar este comportamiento social, a través de la construcción de nidos en forma de laberintos, las construcciones más elaboradas de la naturaleza.

Nanjinganthus dendrostyla es hasta ahora la aparición más temprana de las angiospermas en el registro fósil. Doscientas flores fósiles de esta especie fueron encontradas en sedimentos de edad del Jurásico Inferior (174 Ma) en China, por lo que este nuevo descubrimiento sugiere que las angiospermas aparecieron en el Jurásico y se diversificaron en el Cretácico.

Se piensa que a comienzos del Cretácico tardío se produjo la apertura del océano Atlántico, gatillando la ruptura final de Gondwana, la separación definitiva entre África y Sudamérica, y produciendo un fuerte empuje hacia el oeste de esta última. Además, una placa oceánica más joven y caliente empezó a ser subducida bajo Sudamérica durante el mismo período. Estos dos factores provocaron una compresión intensa del margen continental que resultó en el alzamiento de los Andes.

El asteroide tenía un diámetro superior a 10 km, quizás hasta 80 km según algunos estudios. Este asteroide habría formado el cráter de Chicxulub en México, uno de los más grandes descubiertos en la superficie terrestre con 180 km de diámetro. Tanto la morfología del cráter como el área de dispersión de materiales permiten hacer estimaciones sobre las características del impacto, incluyendo la masa, el tamaño y la velocidad (20 km/s) del asteroide.

Análisis moleculares han establecido que ambos se originaron durante el Mesozoico, de hecho, los monotremas, de quienes descienden los actuales ornitorrincos y equidnas, se podrían haber originado incluso a finales del Triásico. Por otro lado, los euterios se habrían originado durante el Cretácico tardío y de ellos descienden los marsupiales y los mamíferos placentarios actuales.

Los bosques templados de Chile y Argentina se caracterizan por presentar una mezcla de 3 elementos, dando origen a la Paleoflora Mixta: (i) Plantas que descienden de las Paleofloras tropical y subtropical Gondwánica que habitaron el supercontinente Gondwana del Cretácico al Paleógeno cuando el clima era más cálido y húmedo, (ii) Plantas de origen austral-antártico, con requerimientos más fríos, llegadas al territorio tras la separación de Australia y Antártica que inició el congelamiento Antártico en el Oligoceno, (iii) Plantas con floras cálidas subtropicales, como consecuencia del aumento de las temperaturas a inicios del Mioceno.

Antártica se cubrió de hielo después de su separación, es decir, tras el límite Eoceno-Oligoceno (33 Ma), cuando se iniciaron la apertura del Pasaje de Tasmania, entre Australia-Antártica, y la apertura del Paso Drake, entre Sudamérica-Antártica. Al final del Oligoceno – inicio del Mioceno, cuando el Paso Drake era más ancho y profundo, la corriente circumpolar antártica se desarrolló complenamente. Es en este momento que la corriente marina provocó que Antártica quedara completamente aislada de las aguas más cálidas y se enfriara, cubriéndose de una importante capa de hielo.

Los homínidos, también conocidos como los “grandes simios”, incluyen a los humanos, orangutanes, gorilas y chimpancés, entre otros, y tienen su antepasado común más reciente hace unos 12 Ma.

Una dorsal se forma en el contexto de divergencia de placas tectónicas. Al contrario, el istmo de Panamá resultó de la convergencia de varias placas tectónicas. La primera etapa involucró la subducción de la placa oceánica Farallón, generando durante el Cretácico una cadena de islas volcánicas en el margen de la placa del Caribe y luego, durante el Mioceno, estas islas chocaron contra el continente sudamericano. Esta colisión, junto a un activo volcanismo, levantó progresivamente el fondo oceánico. Lo anterior y una disminución del nivel del mar hace unos 3 Ma, por la extensión del campo de hielo en Ártica y Groenlandia, generaron el istmo de Panamá y la conexión terrestre entre América del Norte y América del Sur.

Si bien, algunos estudios han puesto énfasis en el rol del cambio climático a finales del Pleistoceno (aumento en las temperaturas), la influencia humana tuvo un gran impacto en el declive de la megafauna, debido a la intensa caza a la que se vio sometida por los primeros humanos. Además, una tercera variable podría ser el posible impacto de un asteroide. Cabe destacar que no todos los representantes de la megafauna se extinguieron durante este periodo, de hecho, el mamut se extinguió recién hace unos 3.700 años aproximadamente.

El estudio del registro sedimentario marino permite identificar 5 ciclos que alternan periodos glaciales e interglaciares durante los últimos 500.000 años. En América del Sur, las glaciaciones más recientes son: glaciación Caracoles (480.000-420.000 años), glaciación Río Llico (370.000-340.000 años), glaciación Santa María (190.000-130.000 años) y glaciación Llanquihue (70.000-14.000 años). Entre cada periodo glacial, hubo un periodo interglaciar más cálido, acompañado de deshielo y retroceso glaciar. El Holoceno, que comenzó hace 11.700 años cuando terminó la última glaciación, corresponde a un periodo interglaciar, en el cual aún nos encontramos.

Si bien, en la actualidad Homo sapiens es la única especie representante del género Homo, del cual se tiene registro desde hace unos 315 mil años (0,315 Ma), la idea de la evolución lineal de los humanos es falsa. De hecho, varios estudios han demostrado que a lo largo del Cuaternario coexistieron varias especies del género además de Homo sapiens, como Homo neanderthalensis y Homo floresiensis.